El Establecimiento del Agave es un proceso integral que inicia con la preparación del terreno agrícola, incluyendo la limpieza de residuos vegetales postcosecha, subsoleo profundo mediante tractor o maquinaria especializada, labores de arado y rastra para la descompactación y nivelación del suelo, así como el trazado de curvas a nivel y surcado para optimizar la infiltración y el control de erosión. Posteriormente, se realiza la selección y manejo de material vegetativo, que comprende el arranque, traslado, clasificación sanitaria y tratamiento fitosanitario de los hijuelos. Finalmente, se procede a la distribución uniforme y plantación en campo, siguiendo criterios agronómicos que aseguran un adecuado establecimiento del cultivo y un óptimo aprovechamiento de los recursos edáficos y climáticos.

​El Mantenimiento del Agave abarca un conjunto de prácticas agronómicas orientadas a conservar y potenciar el desarrollo del cultivo durante su ciclo vegetativo. Estas labores incluyen la aplicación de composta para mejorar la materia orgánica del suelo, el rastreo y el subsuelo para mantener la estructura edáfica, así como el zanjeo para facilitar la infiltración y el control de escurrimientos. Se contempla también la fertilización, tanto en forma granulada como foliar, esta última aplicable mediante métodos mecanizados o semimecanizados, con el fin de suplir los requerimientos nutricionales de la planta. Finalmente, se ejecutan acciones para el control de maleza, esenciales para reducir la competencia por recursos y preservar la sanidad del cultivo.

La Cosecha del Agave o Jima es la etapa final del ciclo productivo del cultivo y consiste en la extracción y acondicionamiento de las piñas para su traslado. Esta actividad inicia con la jima manual o mecanizada, que implica el corte de las hojas y la separación de la piña del sistema radicular. Posteriormente, se realiza la carga de las piñas utilizando tractores para su movilización interna dentro del predio agrícola, y finalmente, la carga a camión para su transporte hacia los centros de acopio o las instalaciones industriales de transformación, garantizando una logística eficiente y oportuna en el proceso de aprovechamiento del agave.